Hoy voy a contarte sobre
una leyenda susurrada
que contaron alguna vez
seis duendes y tres hadas.
Me pidieron que guardara
esta historia en mi memoria
hoy decidí plasmarla
ellos merecen su pequeña gloria.
Todo comenzó en otoño
cuando llueve y nadie ríe.
Habiendo acudiendo al llamado
de Ruperto, brujo y mago
más tarde que temprano
uno de ellos se volvió malo.
Los demás se preguntaban
"¿Castigo o hechizo?"
Si era hechizo se encogía
si era castigo, cenaba guiso.
Después de cenar 10 guisos
se supo: era un hechizo.
Para deshacerlo precisaban
extraerle mientras dormía
3 pestañas de cada ojo
pero ¡Ay, cómo se movía!
Con mucho esfuerzo lo lograron
aunque la verdad es
que lo maniataron.
Y corrieron donde Ruperto
para salvar a su amigo
de tan tremendo castigo
antes de que quedara tuerto.
El mago luchó por horas
y así logró lentamente
deshechizar al hechizado
con el poder de su mente.
Entonces vengo a decir
y nunca pude mentir
que nunca acudas al llamado
de Ruperto, brujo y mago
porque ¡Ay, del hechizado!
si no pudiera ser rescatado.
escrito junto a mi amigo David
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